Ecuador, pero poco!

Seguimos con la ruta. Estoy un poco espeso hoy pero ya llevo bastante retraso, así que se hará lo que se pueda…

Ecuador era un país que cuando comencé el viaje no sabía si visitaría o no, nadie me había hablado de él y no tenía apenas información, pero conforme he ido pateando sudamérica he ido conociendo más y más gente que me hablaba muy bien de él, así que finalmente decidí que no podía faltar en mi ruta. La lástima es que apenas le he podido dedicar tiempo, no han llegado ni a 2 semanas mi estancia en Ecuador, así que tendré que volver en otra ocasión para recorrerlo de verdad, esto han sido sólo unas pequeñas pinceladas a este colorido país.

Entré por Coca, la última ciudad antes de la inmensidad de la selva (o la primera si vienes de ella), y de ahí fui junto con Sven a Baños, que es una preciosa ciudad de montaña en la que puedes realizar innumerables actividades de naturaleza y aventura. Allí apareció también Anna (ya coincidimos en Perú), que venía del sur por la costa, y estuvimos los 3 unos cuantos días disfrutando de la zona; la verdad es que la ciudad bien merece los 4 o 5 días que le dedicamos, no tienes tiempo de aburrirte y el entorno es una auténtica gozada.
Después de esto nos fuimos a Quilotoa, en la región de Cotopaxi, en el centro del país. Aquí, a una altura de casi 4000 metros, se encuentra un crater de volcán ya extinto hace 300 años en cuyo interior se ha formado una gran laguna. Una maravilla para la vista, pese al frío.

Y Quito, ahí finalizó mi experiencia Ecuatoriana. Aquí ya no vino Sven, pero llegó Javi, amigo de Anna, y estuvimos conociendo la capital Ecuatoriana, bastante atractiva y con una parte antigua interesante, e incluso nos acercamos al norte de la ciudad a ver la «Mitad del Mundo», el teórico punto por el que el ecuador corta al planeta.

En Quito, por primera vez desde que empecé el viaje, me encontré algo mal unos días; no se si debido a la acumulación de kilómetros y días encima, a algún extraño organismo alienígena encontrado en la selva o a qué se yo, el caso es que fueron unos días en los que andé con la cabeza cargada y sin fuerzas ninguna, tan sólo ganas de descansar en cama, o sea que tampoco me puedo quejar mucho.

Y no pude dedicarle más tiempo a Ecuador, una lástima, porque Durán y Andrés venían a Bogotá y junto a ellos recorreré Colombia durante un mes, así que me tuve que presentar a la cita y dejar el resto de Ecuador para otro momento, de ahí no se mueve. Pero sí que me sorprendió el país, la gente es agradable y el nivel de vida es bastante más alto de lo que esperaba. Además, cuando piensas en Ecuador que te viene a la cabeza?? CALOR. En una rápida asociación de ideas en tu cerebro siempre tienes una serie de pautas como «Ecuador –> calor», «Varsovia –> frío» «Londres –> lluvia» y cosas así, verdad? Pues no, no pasé calor en Ecuador, de hecho pasé más frío que calor. Baños es una ciudad de montaña con un clima muy lluvioso, al igual que Quito, situado a casi 3000 metros. Pero claro, me faltó por conocer la costa y sus playas, allí supongo que sí hará calor.

Hasta aquí mi breve visita, tras Quito me esperó un apasionante viaje de casi 40 horas para llegar a Bogotá, el viaje en bus más largo hasta el momento, pero el trayecto al menos fue bonito, buenas vistas. La parte fronteriza entre montañas, ambos países separados por un río, tenía algo de esa espectacular frontera Tibet-Nepal, pero sin llegar a ese punto de esplendor, por supuesto. Y acabamos, aquí estoy con estos dos elementos, Colombia por ahora genial, muy buena gente. Ya seguiré contando, hoy parece que nos vamos de Bogotá.

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