DÍA 7 – Santorini


“Del suelo del camping al arcón del ferry”

Nos levantamos, por segundo día consecutivo en el camping Perissa; la verdad es que el sitio estaba francamente bien: barato, a 10 metros de la bajada a la playa Perissa y te dejaban incluso una tienda de campaña por 2 eureles si no tenías… bueno, yo sólo tenía una pega y es que no llevaba esterilla (nunca la llevo) mientras que Durán si tenía. Pero bueno, este viaje me he dado cuenta de que soy indestructible, puedo dormir perfectamente en cualquier superficie sin problemas y ha quedado demostrado. Además lo de Durán era un alivio relativo, porque justo en este camping se le pinchó la esterilla –era inflable (no confundir con infalible), del Decathlon- y sí, se acostaba acolchado y mullido, muy digno él, pero se despertaba todas las mañanas con los huesos en el suelo, como yo. Y como se suele decir: mal de muchos… Qué rastrero sueno, eh?

Bueno, a las 10:30 nos estábamos levantando tras las 6 horitas de sueño de rigor; nos damos la también ducha de rigor y recogemos nuestras cosas, que dejamos guardadas en la tienda donde alquilamos el quad. Hoy teníamos un ferry nocturno a Creta, así que el plan era dar vueltas con el quad por la isla hasta que anocheciera y después devolverlo e irnos para el puerto.

Así pues, aún nos queda Santorini para rato, volvemos a la carga con nuestro quad…
Recorriendo los caminos de la isla fuimos hasta su monte más alto, que tampoco es decir demasiado, aunque nuestro quad sudó para subir esas cuestas; desde arriba se podía divisar todo Santorini, aunque no llegamos a la verdadera cima porque estaba ocupada por unas instalaciones militares y evidentemente estaba prohibido el paso. Bajamos por la otra ladera del monte y fuimos a Kamari, la playa más grande y concurrida junto con Perissa. De hecho, como núcleo urbano, Kamari era más importante que Perissa, pero era más “típica ciudad vacacional”: apartamentos, piscinas, hoteles… la playa de hecho no estaba tan limpia y tan arenosa como la de Perissa, aunque también estaba decente.

Estuvimos visitando también las playas de detrás del aeropuerto, que después rodeamos entero para volver a Perissa y pasar allí un rato por la tarde, tirados en la playa sin hacer nada (prácticamente no habíamos disfrutado todavía de la playa en Santorini).
Tras ese rato de playa fuimos hasta la costa oeste, compramos unas cervezas y nos fuimos a ver otro espectacular anochecer en un mirador de carretera justo al lado de un restaurante famoso por sus vistas del anochecer en la caldera. Más barato nos salió, desde luego.
Echamos un buen rato de risas, haciéndonos fotos estúpidas varias y viendo el sol caer poco a poco mientras Durán ahondaba en su técnica con la armónica.

Una vez anochecido volvimos donde los quad a devolverlos y coger nuestras mochilas para ir a hablar con el del camping para que nos dejara darnos una ducha, algo a lo que accedió a regañadientes.

Tras esto de nuevo a Fira, esta vez en bus y ya de noche, donde nos tomamos otra jodida cerveza (y perdón por lo de cerveza) y nos vamos hacia el puerto a hacer tiempo hasta que salga nuestro querido ferry a Heraklion, capital de Creta. Y cómo íbamos a hacer tiempo sin OTRA cerveza..?.
Estuvimos tirados en el puerto, a oscuras, malcenando y echando el rato de espera hasta que llegara el ferry, hasta que vimos aparecer las luces de un descomunal barco y a eso de la 1 de la madrugada estabamos zarpando del puerto. Buscamos un sitio para dormir y lo mejor que encontramos con diferencia fueron una especie de arcones congeladores en cubierta donde se guardaban los salvavidas.
Ciertamente (y pese a no tener esterilla) dormí de puta madre esas casi 5 horitas al raso sintiendo la brisa marina en la piel…

Todas las Fotos

 

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