Sydney

En Sydney bajo la lluvia

Escapada a Sydney bajo la lluvia – Sydning in the rain.

5 días en Sydney aquí resumidos, en lo que ha sido nuestra pequeña escapada de Nueva Zelanda para cumplir con los requisitos inmigratorios,  que te permiten estar tan sólo 3 meses de forma gratuita en el país. Pasado ese tiempo puedes renovar el visado -pagando 165 NZD- o salir del país y volver a entrar. Por tanto, como viajar siempre gusta más que tirar el dinero y la opción de Sydney fue la más llamativa (y la más barata) de las planteadas, hasta aquí nos hemos venido unos días, a la ciudad más grande de Oceanía

Sydney es grande, sí. El tener una bahía que secciona la ciudad también hace que el tamaño aumente. Pero sinceramente, pensaba que iba a ser más grande ya que lo principal, lo visitable, está a una distancia asequible caminando si eres de los que les gusta caminar (si no lo eres, ve en metro). La ciudad está dividida en distritos, y si por ejemplo tomáramos como epicentro el Town Hall, vemos que casi todo lo destacable está a no más de 30 minutos caminando, incluso menos.

Nosotros hemos tenido la mala suerte de que nos ha llovido, aunque con calor para esta época del año, sobre todo comparado con Wellington. Lo más molesto fue el penúltimo día, ya que se pasó todo el día lloviendo. El resto del tiempo se puede decir que ha habido lluvia intermitente, permitiéndonos ver la ciudad en condiciones salvo algunas excepciones como Bondi Beach, la playa más famosa de Sydney (a ésta no se puede llegar caminando en 30 minutos) o el zoo de la ciudad.

Por otro lado, Sydney es caro. De hecho hoy por hoy es la 5ª ciudad más cara del mundo para vivir. Si Nueva Zelanda ya nos parecía caro, pues Sydney lo es aún más. Así que sin mucho lujo ni muchas pretensiones hemos visitado la ciudad a pie, al menos hay muchas cosas gratuitas para hacer.

Ahí van unas explicaciones de varias de las zonas turísticas de Sydney, casi todas ellas están en la parte de la ciudad al sur de la bahía:

Qué visitar

Circular Quay y The Rocks

La zona más antigua de Sydney. Aquí fue donde llegaron los primeros europeos a Australia allá por 1788. Es posiblemente la zona de la ciudad que más sitios a visitar tiene, y también los más importantes.

El emblema de la ciudad, la Ópera de Sydney, se encuentra aquí. También el descomunal Puente de la Bahía de Sydney, el jardín botánico, el gratuito Museo de Arte Contemporáneo o el Observatorio de la ciudad en lo alto de una pequeña colina, al oeste de The Rocks. También están el The Rocks Discovery Museum (que no merece mucho la pena) y el muelle de Circular Quay, desde donde salen los ferrys hacia el norte de la ciudad.

Nosotros hicimos una ruta caminando desde el jardín botánico hacia el observatorio, bordeando la bahía y visitando los diferentes lugares. Recomendable.

 

CBD – Centro de la ciudad

El CBD o Distrito financiero está asentado en el centro de la ciudad. Este es el territorio de todos los rascacielos que componen el skyline de Sydney, que son bastantes, y es donde el ajetreo de gran ciudad se hace más patente. Gente uniformada camina con prisa de un lado para otro entre los monstruos de cristal y hormigón mientras las tiendas y marcas más caras se agolpan en sus bajos.

Aquí se encuentran El Town Hall (ayuntamiento), la Torre de Sydney (el edificio más alto de la ciudad y mirador), el Museo de Sydney o el gran Hyde Park, donde al atardecer los gigantescos murciélagos vuelan a sus anchas entre los árboles.

 

Chinatown y Darling Harbour

Al sur/suroeste del CBD está Chinatown, mezcla de todos los rincones asiáticos, y la Darling Harbour, una pequeña bahía repleta de restaurantes, ocio y un amplio paseo. Está muy cerca del centro de la ciudad y además del paseo en sí hay varios sitios interesantes en toda esta zona, como el Acuario de Sydney, al que entramos por 40 AUD y a mí personalmente me gustó mucho (nunca había estado en un acuario) o el Paddy’s Market, en Chinatown, un mercado realmente barato -para ser Sydney– en el que comprar souvenirs, accesorios electrónicos o ropa barata.

En esta zona también se encuentra el Tumbalong Park (entre Darling Harbour y Chinatown), la Central Station o los Chinese Garden of Friendship (entrada: 8 AUD), a los que no entramos.

 

North Shore

De la parte norte de Sydney tampoco puedo hablar mucho, porque el día que fuimos teníamos la intención de cruzar el Puente de la Bahía de Sydney y caminar hasta el zoo, pero la lluvia constante hizo que volviéramos en ferry antes de que llegáramos a éste.

Es una zona con barrios más tranquilos y residenciales que el centro, por lo que vimos. A destacar está el Zoo de Sydney y Manly, un distrito en el noreste en el que hay una gran ruta caminando entre vegetación y playas escondidas (10 km, 3-4 horas), lo dejaremos para otra vez con mejor tiempo.

 
Royal National Park

El último día alquilamos un coche para ir hasta el aeropuerto (nos salía casi igual de caro que ir en transporte público), así que lo aprovechamos para salir de Sydney e ir al Royal National Park, el segundo parque nacional más antiguo del mundo (por detrás de Yellowstone). El parque es bonito y tiene bastantes rutas para caminar y algunas playas. Nosotros estuvimos en Wattamolla, un pequeño rincón natural aislado de la ciudad a tan sólo 40 km de ella, con una pequeña laguna con cascada y una playa.

Desde el parque hacia el sur está la llamada Grand Pacific Drive, una ruta costera por carretera que llega hasta Wollongong a través de unos 140 km de paisajes de costa.

 

 

En resumen, Sydney me ha gustado más de lo que esperaba. Pensaba encontrarme una gran urbe medio gris y sin embargo he visto mucha multiculturalidad, vitalidad y juventud en la ciudad. Debe ser precisamente esa «juventud» y mestizaje de las ciudades de esta parte del mundo (en comparación con la vieja Europa) lo que hace que tengan ese carácter tan dinámico. Quizás la gente sea un poco más fría que en Wellington, pero ese es el precio que tienen que pagar las grandes ciudades.

Y todo ello teniendo en cuenta que el clima -a pesar de hacer calor- no nos ha respetado. Si a la ciudad le sumas sol y playa, Sydney se convierte en un sitio que merece mucho la pena: es grande y con una gran oferta y variedad pero sin la sensación agobiante de muchas grandes ciudades.

Lo peor: los precios.

 

 

 

Datos Prácticos

Alojamiento

Nos alojamos en la zona de King Cross, a unos 20 minutos caminando del centro. Esta zona tiene bastantes hostels baratos y es una zona de fiesta nocturna, también hace de «barrio rojo» con muchos clubs de streaptease y similares, así como licorerías y sitios de comida rápida.

Nuestro hostel se llamaba Jackaroo Backpackers y la verdad, no era nada del otro mundo. El precio de la habitación doble (con desayuno incluido) era de 80 AUD (54 €), y andaba en la media de los hostels baratos, pero al menos tenía desayuno (veis como Sydney es caro!). El precio en habitación compartida de cuatro camas era creo que 4 euros menos por persona, unos 23 €.

La habitación doble era pequeña pero no estaba mal, el único problema es que los baños eran compartidos y solían estar bastante sucios. Tanto el personal del hostel como la mayoría de gente que encontramos allí eran de esos que ni saludan: muy rancios.

 

Comida

Se puede comer barato en Sydney, si evitas restaurantes, por supuesto. Los sitios de comida rápida suelen ser los más baratos, y está plagado de ellos. Muchos sitios de comida asiática, McDonalds, Subway, Hungry Jack’s (el nombre australiano para Burger King)… también puedes comprar en algún supermercado y cocinar, como también hicimos nosotros, pero los supermercados son bastante caros (más incluso que en Nueva Zelanda).

La zona de Chinatown (y alguna otra zona fuera del centro) tiene restaurantes asiáticos baratos, nosotros comimos en un salón subterráneo en el que había bastantes puestos de comida baratos, en Dixon Street.

 

Transporte

El transporte en Sydney… efectivamente, también es caro. Bueno, no desorbitado, pero caro. Aunque nosotros apenas usamos transporte público porque fuimos caminando a todas partes. El metro ronda los 3,60 AUD (2,50 €), el ferry desde la orilla norte nos costó 6 AUD (4 €) y lo que se lleva la palma es el transporte hasta o desde el aeropuerto. Creo que la opción más económica es el tren, y son 17 AUD (11,50 €) por cabeza. A la ida eramos 4 y fuimos en taxi, pensando que saldría más barato. Fueron 74 AUD (50 €). A la vuelta eramos 5 personas y definitivamente la solución fue alquilar un coche a primera hora de la mañana, aprovecharlo durante todo el día visitando un parque natural a las afueras de Sydney, y devolverlo en el aeropuerto. Este carraco costaba 82 AUD  (55 €)

Todas las Fotos

 

 

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