Hampi

Hampi, ruinas y rocas

Hampi, ruinas y rocas

Tras el fresco y los verdes campos de té en Munnar fuimos hacia Hampi, después de hacer una «pequeña» escala de 16 horas en Bangalore (entre un bus nocturno y el siguiente) que nos sirvió para confirmar lo que ya sabíamos: intenta evitar las ciudades grandes en India.

La llegada a Hampi sirvió para reecontrarnos con Ole (o Ula, o como quiera), la mitad de una pareja que conocimos en Sri Lanka un mes atrás y con los que congeniamos mucho. Vero, mientras tanto, estaba en algún lugar perdido de Kerala, con ella no nos pudimos reencontrar. Así que los tres hemos pasado estos 4 días en Hampi muy a gusto, con el permiso del calor.

Hampi es única. Todo el paisaje en el que está ubicada está formado por millones de grandes rocas graníticas esparcidas por doquier, como si un enorme gigante las hubiera tirado desde el cielo, o como si hubieran volado en pedazos muchas montañas y se hubieran quedado las rocas esparcidas. Para pasear por los alrededores las distancias son grandes, así que alquilamos motos. O algo parecido, prometo que alguna vez he ido más rápido en bici. Incluso Carol se tuvo que bajar en alguna cuesta arriba. Y no, no estamos tan gordos. ¿No os dije que perdí 12 kilos durante el viaje?

Con las motos hicimos algún loop por las carreteras de los alrededores, parando en algunas lagunas para bañarnos y refrescarnos del sanguinario sol que nos perseguía. Al salir de una de las lagunas (saltando desde un puente al agua) vimos el cartel de «prohibido bañarse por cocodrilos«. Estaba pintado en la roca y tenía poca credibilidad, así que nuestra vida no corrió peligro alguno, queridos amigos y familiares.

 

Hampi también tiene bonitos atardeceres y amaneceres. Para el amanecer nos pilló mal, no sé qué pasó, las cortinas nos impidieron verlo… Pero para el atardecer si que pudimos disfrutar del espectro de colores cambiante fundiéndose contra las rocas del paisaje.

Uno de los mejores sitios para verlo es el Monkey Temple. Hay que ir en moto, bici o rickshaw, porque andando está bastante lejos. Subes hasta lo alto de una colina por una serie de escaleras (no hay que pagar entrada, el sudor es gratis) y desde arriba, junto a un pequeño templo, tienes una buena panorámica de todo el entorno que rodea a Hampi. A lo mejor incluso tienes suerte y el sol no se oculta entre una espesa bruma; aún así el atardecer es bonito.

Cerca de Hampi, a una distancia prudencial caminando, también hay algún que otro sitio para ver el atardecer o amanecer.

 

 

 

Pero Hampi realmente no es famoso debido a su original entorno. Hampi es famoso por sus ruinas arqueológicas, esparcidas a lo largo de más de 25 kilómetros cuadrados. Hay ruinas, templos, estatuas… Mucho de todo. Alguna de pago (el templo) pero la mayoría gratis. Algunas cerca del pueblo a pie y otras bastante lejanas. Durante 2 siglos fue la capital del Imperio Vijayanagara. Por supuesto ese nombre lo he copiado y pegado. Os contaría mil leyendas e historias del pasado de la ciudad pero no os quiero aburrir… Y tampoco las sé. Así que si estáis ávidos de información pinchad en el enlace, que es completo.

Nos dimos una vuelta bajo el sol por las ruinas de Hampi, todo lo que pudimos, recorriendo las más cercanas al pueblo. Ula nos hizo de guía maravillosamente, ya se lo conocía. Incluso nos engañó -«es ahí mismo, al doblar la esquina«- para ir más lejos de lo que habríamos llegado por nuestra cuenta. No nos juzguéis tan rápido, hay que estar ahí bajo ese sol de justicia para saberlo…

 

Además de todo esto, referirnos al Hampi turístico de hoy en día es referirnos a un estilo hippy y barato, tan común en muchas zonas de la India. Apenas vimos familias o gente en un tour más organizado, casi todo lo que se ve en el pueblo son tenderetes de ropa hippy y artesanías, mucho mochilero, alojamientos baratos y comida backpacker. El pueblo está lleno de puestos de artesanía y ropa, pequeñas tienditas y algunas agencias de viaje, entre todas las guesthouses y restaurantes.

 

Y por supuesto, entre tanto mochilero hay mucho turismo indio. Al que, como siempre, los extranjeros les llamamos mucho la atención, por eso te hacen fotos y te miran de forma descarada. Es increíble la cantidad de turismo indio que estamos viendo por todas partes, pensamos que viajarían menos. Así que entre los propios turistas indios y la gente local de Hampi se combinan para formar un gran collage de indios, muy fotogénico a veces.

 

Y ésta ha sido nuestra estancia en Hampi. Muy a gusto con Ula, en este pueblo tan peculiar. Ya nos despedimos, esta vez del todo hasta que nos volvamos a encontrar en el futuro.

Y seguimos nuestro camino hacia la costa. Primero una parada en Gokarna y después hacia Goa. ¡Que no pare!

 

 

 

 

Datos Prácticos

Alojamiento

  • Hampi

La mayoría de los alojamientos y restaurantes están al otro lado del río, según llegas a Hampi (te dejan en la zona de las ruinas, el pueblo). Dicen que hace unos años la UNESCO protegió la zona antigua y prohibió edificar más alojamientos allí, así que la gran mayoría se trasladó al otro lado del río. Aún quedan varios alojamientos en la parte del pueblo, pero son más caros que los del otro lado (y no necesariamente mejores).

Nosotros no tuvimos ni que que buscar, fuimos a mesa puesta, porque Ula nos tenía reservada una habitación en el Sri Uma. Este sitio está en el camino principal de «el otro lado del río». La habitación con baño e hipotética agua caliente costaba 400 rupias (5,70 €), y estaba bastante bien. Afuera había una zona común con restaurante y wifi (que funcionaba a ratos) en la que se estaba bastante bien, norma común de casi todos los alojamientos de Hampi.

En Hampi hay alojamientos más baratos. Desde 200 rupias puedes conseguir una pequeña choza de madera con baño compartido.

Hay que tener en cuenta que hay cortes en la electricidad durante el día en Hampi, al menos en esta zona del pueblo.

 

Hampi - Sri Uma (habitación)
Hampi – Sri Uma (habitación)
Hampi - Sri Uma (restaurante y zona común)
Hampi – Sri Uma (restaurante y zona común)

 

 

Transporte

  • Bus Bangalore – Hospet : Hospet es donde se encuentra la estación de autobuses más cercana a Hampi. Está a algo más de 10 kilómetros. El bus sleeper desde Bangalore a Hospet nos costó 600 rupias (8,50 €) por persona. Salió a las 22:00 y llegamos a Hospet a las 6:00 am.
  • Hospet – Hampi: Nosotros a primera hora de la mañana fuimos en rickshaw, nos cobró 200 después de regatearle. Luego nos enteramos de que hay un autobús por 10-20 rupias, aunque si lo quieres coger muy temprano o a partir de que anochezca ya  no hay servicio.
  • Cruzar el río en Hampi : El rickshaw o bus te dejará en la zona de Hampi pueblo, donde están las ruinas y unos pocos alojamientos. La mayoría están al otro lado del río. Para cruzarlo hay unas pequeñas barcas que cuestan 10 rupias por persona y 10 rupias por maleta/mochila. Es todo un negocio, porque la barca no tarda más de 1 minuto en cruzar de un lado al otro. Los horarios de estas barcas son de 8:30 a 17:00, según nos dijeron (el de la mañana lo comprobamos, estuvimos más de una hora esperando). Fuera de ese horario puedes intentar coger una barca redonda por (creo) 50 rupias por persona.
  • Alquilar una moto en Hampi :  Para moverse por los alrededores de Hampi lo mejor es alquilar una motillo. Las que te alquilan son unas pequeñas motos automáticas con muy poca potencia. Tanto que Carol se tuvo que bajar en más de una cuesta arriba porque la moto no subía con los dos encima. Pagamos 100 rupias (1,40 €) por 1 día de alquiler de moto y aparte 1 litro de gasolina por 90 rupias, te la puede poner el mismo que te la alquila; con eso te da para recorrer los alrededores durante unas horas.

Comida

La comida en Hampi es bastante barata y hay muchas opciones, tanto comida india como occidental. Además de los platos indios hay pasta, lasagna, pizza, hamburguesas, sandwich, filetes de pollo, hummus, enchiladas… un buen repertorio de comida internacional, y los platos cuestan alrededor de 100-200 rupias (1,50 – 3 €). Casi todos los restaurantes pertenecen a alguna guesthouse y casi todos tienen lo mismo. Nosotros comimos bastantes veces en un sitio llamado Gopi, en el camino principal, porque la comida estaba buena, era barata y el wifi era de los que mejor funcionaba.

 

Todas las Fotos

 

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