Hsipaw y los trenes de Myanmar

Hsipaw y los trenes en Myanmar

Hsipaw y los trenes en Myanmar

Llegamos a Hsipaw tras visitar el carismático Inle Lake y después de otro viaje en autobús nocturno que nos dejó de nuevo en medio de una oscura, fría y desolada calle a eso 5:00 am. ¿Lo harán aposta las compañías de buses, para ver guiris dormidos y desorientados por las calles? Al menos no corríamos riesgo de congelación, como al llegar a Kalaw.

Hicimos una primera batida por Hsipaw (se pronuncia Sipó) en busca de una guesthouse barata para dejar nuestra mochilas y recorrer intrépidos los alrededores meternos en la cama y volver a dormir. Tras preguntar en un par de sitios nos quedamos en la guesthouse más barata que encontramos, pero no podíamos entrar hasta las 8:00 porque estaba llena. Esperamos en el «bar» de enfrente (con perdón al resto de bares el mundo) tomando un café con churros birmanos y hablando con Estefanía, una madrileña a la que despertamos sin querer: las paredes de las habitaciones eran de papel.

La gente viene hasta Hsipaw a hacer trekkings, ya que el pueblo es muy tranquilo y tampoco hay demasiado que hacer.  Todos los alrededores están repletos de pequeños poblados en los que viven diferentes etnias; las rutas de los trekkings pasan por estos pueblos; duermes en sus casas, les conoces (aunque sea un poco)… Es una zona interesante. Se compara con el trekking de Kalaw al Lago Inle; conocimos gente que prefería éste y conocimos gente que prefería el otro, para gustos colores. Nosotros decidimos finalmente no hacer ninguno de estos trekkings de varios días porque teníamos muy reciente el anterior y además el tiempo no acompañaba demasiado, entre nubes y lluvia. Pese a ello, nos quedamos aquí 3 noches muy tranquilos y a gusto, el alojamiento era el más barato hasta la fecha en Myanmar.

 

Hasta la fecha no habíamos visto a ningún español en Myanmar. Franceses muchos, por todos lados, más que estupas (¡¡¡mentira!!!), pero no españoles. Pues bien, de repente conocimos a 6 de golpe. Aparte de Estefanía, que se fue esa tarde, hicimos un pequeño grupo estos días en Hsipaw con Alba, Vicky, Albert, Elena y Fer. Cada cual por su lado y con su viaje particular, todos estábamos de ruta por Myanmar e hicimos piña rápido, juntándonos para pequeñas caminatas de un día por los alrededores y echando las birras por la noche, ¡que no falten!

Juntos, fuimos a ver unas cascadas uno de los días, pasando por un combo de cementerios adyacentes (birmano, chino y musulmán) y por pequeñas casas y granjas. La gente, como en todo Myanmar, siempre sonríe y te saluda. Las cascadas no eran Iguazú pero para echar la mañana no estuvo mal el paseo. Mientras tanto nos contábamos la vida.

Al siguiente día hicimos otra ruta mañanera a unos hot springs (o aguas termales). Lo podría definir más bien como «3 pequeñas pozas de agua tibia junto al río»; sería más realista aunque sé que no suena tan atrayente. En una de ellas había unos birmanos bañándose y lavando ropa (la mejor manera de conservar unas aguas termales parece ser el detergente para la ropa…), y como en este país no ven muy bien eso de bañarse en bikini en su presencia, nos acabamos yendo a las del fondo, más ocultas, para que las chicas también se pudieran remojar.

 

El último día nos despedimos con pena, después de haber formado un buen grupo, y cada cual tiró para su lado. Por nuestra parte nos esperaba el famoso tren Hsipaw – Mandalay, conocido por atravesar un gran puente antiguo a mitad de camino. No puedes irte de Myanmar sin haber probado a viajar en tren; un confort, una clase, un nivel… 

El trayecto en tren desde Hsipaw hasta Mandalay dura 11 horas (en bus deben ser unas 6). Por riesgo de hastío nos aconsejaron pararnos antes, en Pyin u Lwin (Piolín para los amigos), que está a unas 7 horas de Hsipaw, y desde ahí coger un tuk tuk que te lleve hasta Mandalay en un par de horas. Como valoramos bien los consejos, eso hicimos.

El ticket de tren a Pyin u Lwin costaba 1,50 US$ en clase normal y 2,75 US$ en clase alta. Nuestros culos nos obligaron a pagar ese 1,25 US$ de diferencia que costaba la upper class, no nos dieron opción a negociar. En realidad luego vimos que no era tan malo; el tren era bastante cómodo. La clase normal consta de bancos de madera, mientras que la clase alta son grandes butacas con mucho espacio. De hecho, había espacio suficiente para que algún que otro ratón correteara entre nuestros pies.

Así, con toda nuestra comodidad, emprendimos el viaje en tren a unos electrizantes 30 km/h, con un traqueteo en todas direcciones que yo personalmente jamás había visto en un tren, y he ido en unos cuantos. Creo que se movía más rápido arriba y abajo y hacia los lados que hacia adelante. Ata bien el equipaje que dejes en los portamaletas de arriba, si no se te caerá en la cabeza con el movimiento. Doy fe.

Este trayecto en tren desde Hsipaw es bastante bonito; durante el recorrido atraviesas paisajes de verdes campos con montañas de fondo y pequeños pueblos muy rurales, haciendo alguna parada esporádica en varios de ellos. Finalmente llegamos al famoso puente, el viaducto de Goteik. Construido en 1900, es el puente más alto de Myanmar y fue el tramo de ferrocarril más largo del mundo en su época. El tren atraviesa lentamente el enorme puente que cruza el gran desfiladero de Goteik, dándote tiempo a hacer unas cuantas fotos e incluso a saltar por la ventana, si te has cansado de la vida.

 

 

Finalmente, tras 7 horas en el tren bastante amenas, llegamos a Pyin u Lwin, donde los taxistas y tuktukeros eran bastante más pesados de lo habitual en Myanmar. Hay gente que hace noche en este pueblo, pero todos los que conocimos que lo hicieron no lo recomendaban, así que tras conseguir un tuk tuk junto con varios locales pusimos rumbo a Mandalay, donde llegamos ya de noche.

Pero eso ya será otra historia, queridos amigos. De hecho, ¡será la próxima!

 

 

Datos Prácticos

Alojamiento

  • Hsipaw 

Nosotros nos quedamos en el Yee Shin, muy cerca de donde están los dos principales (y únicos) restaurantes de Hsipaw. Tenía varios tipos de habitaciones. Las más caras, con baño dentro (agua caliente) y aire acondicionado, costaban 20$. Las baratas, con baño compartido, costaban 7 US$ la single y 14$ US$ la doble en el edificio principal, y 6 US$ la single y 12 US$ la doble en el módulo aparte. Nosotros nos quedamos en una de 12 US$, la única diferencia con las de 14 US$ era que tenía los colchones en el suelo, pero estaban nuevos y limpios (¡y eran gordos, no colchonetas!). Además el baño, aunque compartido, estaba impoluto. El desayuno estaba decente. El wifi no, para variar. Las habitaciones junto a la recepción no son buena elección, las paredes son de papel.

También tienes el Nam Khae Mao guesthouse, junto a la calle principal. Cuando preguntamos sólo tenían habitaciones de 18 US$ y 20 US$, y no eran ninguna maravilla. El Lili House, de los mismos dueños, parece ser el mejor hotel de la ciudad, y también el más caro (creo que empezaban a partir de 25 US$). El famoso Mr Charles, donde se quedan muchos de los que vienen, estaba algo más retirado y no llegamos a preguntar.

Hsipaw - Yee Shin
Hsipaw – Yee Shin

 

Transporte

  • Tren Hsipaw – Pyin u Lwin

El tren desde Hsipaw a Mandalay son 11 horas, y no es lo más cómodo que se ha inventado. Así que hicimos como nos recomendaron y nos bajamos en Pyin u Lwin, a 7 horas de Hsipaw. El precio es de 1,5 US$ en ordinary class y de 2,75 US$ en upper class. La diferencia es que la primera son bancos de madera y en la segunda tienes un asiento bastante cómodo, pese al zarandeo continuo del tren.

Tren Hsipaw a Mandalay - Ordinary Class
Tren Hsipaw a Mandalay – Ordinary Class
Tren Hsipaw a Mandalay - Upper Class
Tren Hsipaw a Mandalay – Upper Class
  • Camionetas Pyin u Lwin – Mandalay

Al llegar a la estación de Pyin u Lwin la gente es un poco pesada, algo que no es muy normal en Myanmar. Te intentarán vender un taxi a donde sea, pero si preguntas verás que hay unas camionetas (tuk tuk) que van hasta Mandalay a un precio mucho más razonable. Pagamos 2 US$ cada uno por un par de horas de viaje en el tuk tuk.

 

Comida

En Hsipaw hay poca oferta. Aparte de la comida de ollas en algunos puestos y un tenderete con pollo frito hecho antes de la caída del Muro de Berlin, hay un par de restaurantes oficiales, que nosotros viéramos. Uno es Mr Food y el otro es San, ambos muy próximos. Tienen los típicos platos que se sirven en Myanmar (noodles, arroz, sopas), a más o menos el mismo precio de siempre. También tienen cerveza de grifo, a 0,60 US$ la caña. En el San ponen un pato (entero) por 3,5 US$ que está muy rico.

Un poco más hacia el norte por la misma calle hay un sitio (llamado Mr Shake) que hace unos zumos muy ricos por 1 US$. Los puedes acompañar con unos dumplings chinos o guacamole, también por 1 US$.

 

 

Todas las Fotos

 

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 comments