JAIPUR

Jaipur, la ciudad rosa, la capital de Rajastán

Y llegamos a Jaipur , capital de Rajastán y la ciudad más grande de todo el estado, con casi 4 millones de almas. Caos, suciedad, miseria… denominador común en casi cualquier sitio de la India, pero lo es más en las grandes urbes; por esto y más cosas nunca entenderé el hacinamiento humano en las grandes ciudades, en qué grado mejoras pasando de la miseria en el campo a la miseria en la ciudad? Más oportunidades? Quizás para algunos, pero para la gran mayoría tan sólo es convivir con la misma miseria (o más) pero de una forma más antinatural.

Dromedarios en Jaipur

Las similitudes entre Jaipur con Jodhpur en cuanto a polución y tráfico son bastantes, sin embargo aquí las avenidas son más grandes, espaciosas, e incluso presume de tener una calle «comercial», de más altos precios. El casco antiguo de la ciudad, o también llamado «ciudad rosa«, aglutina lo más emblemático de la ciudad, con los edificios históricos en su mayoría pintados del característico color salmón que le da nombre. Al principio pensábamos en la «ciudad rosa» como algo visitable facilmente a pie, pero cuando vimos su extensión y los diferentes puntos de interés acabamos optando por el modelo A de visita en las ciudades indias: alquiler de rickshaw para todo el día por un precio asequible.

Cenotafios Reales de Gaitor, Jaipur

El calor seguía siendo implacable, eso sí, y sumado a la polución la sensación de suciedad era constante, la tenías encima apenas pasados 20 o 30 minutos desde que saliéramos del hotel. En este caso el hotel que elegimos fue Pearl Palace Hotel, un enorme edificio con una decoración cuidada y una terraza muy acogedora. Y sobre todo, una sóla habitación para los 4 a un precio bastante económico. En la terraza de este hotel de Jaipur tuvimos buenos momentos alguna noche entre cervezas, partidas de cartas y rones locales de bastarda calidad comprados en la calle… pese al desorbitado precio de la cerveza en comparación con la comida (lo que hacía que en alguna ocasión gastáramos el doble en cerveza que en comida) no todo iba a ser turismo bajo el amenazante sol, no?

Los hoteles que frecuentamos en la India, pese a llamarse hoteles, no son lo que la mayoría de gente esperaría de un hotel cuando sale a otro país, incluso puede que muchos no se dignen a llamarlos como tales. Digamos que son más parecidos a las pensiones de aquí, suelen ser un puñado de habitaciones distribuidas por un viejo edificio, pero a cambio el precio compensa mucho la falta de detalles, y no nos engañemos: para qué quieres más detalles en un sitio en el que sólo vas a dormir?? Lo único que necesitábamos era un baño con ducha y una cama medianamente limpia, cosa que, dicho sea de paso, no siempre conseguíamos, como mostraron la multitud de pulgas que nos picaron durmiendo en varios sitios.

Templo de Garh Ganesh, Jaipur

En fin, volviendo a la ciudad de Jaipur en sí, llama la atención el Jantar Mantar, un gigantesco observatorio astronómico construido a escala monumental 3 siglos atrás.
Los cenotafios reales de Gaitor, el lago Man Sagar… u otros sitios que nos dejamos sin visitar, como el fuerte de Amber… en definitiva Jaipur tiene una buena colección de puntos de interés para el visitante. Sin embargo en mí opinión peca de lo mismo que su vecina Jodhpur, y es su tamaño, excesivo para sentirte realmente cómodo en la ciudad mucho tiempo. Visítala y escapa a un lugar más acogedor, como Pushkar, nuestro siguiente destino.

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