Wellington, la ciudad del viento

Wellington, entre viento, mar y cultura

Después de cerca de un mes viviendo en Wellington, le he cogido cariño a esta ciudad. Sí, dicen de ella que, aparte de ser la capital más austral del mundo, también es la ciudad con más viento del planeta. Ese es quizás su rasgo más molesto, pero se puede soportar. A cambio, tienes una ciudad muy cómoda en su centro (tardas 15/20 minutos andando a cualquier sitio), con un sinfín de actividades en su agenda diaria, con una mayoría de gente joven viviendo en ella -de todas las nacionalidades que puedas imaginar- y con una vitalidad más que palpable y contagiosa. En definitiva yo creo que es una ciudad excelente para vivir, al menos una temporada.

Hemos llegado en verano -o a finales de él- aunque el verano aquí es suave, creo que no hemos pasado de los 25º ningún día. La idea para mí era ver si podía conseguir algún trabajo durante este tiempo, pero para alguien que tan sólo tiene visado de turista la cosa está muy complicada. Ha aparecido algún trabajo ocasional en algún bar de noche, pero pagándote en mano por unas pocas horas de trabajo. Algo es algo, pero ya he decidido centrarme en aprender cosas más que en trabajar, viendo lo difícil que está.

El acento de los neozelandeses es bastante particular, desde los «siven» o «whin» a los «wund«, «mulk» o «fush and chups» (pronunciado casi como una «a«), lo cual para alguien no experto a veces supone no enterarse de absolutamente nada. Pero poco a poco se les va captando a estos kiwis.

En todo este mes hemos visitado varios sitios de Wellington y alrededores, aunque aún nos quedan algunos sitios pendientes (como los Weta Studios, Scorching Bay o Zealandia). También ha coincidido con el New Zealand Festival y con el Fringe Festival. Todo ello hace que la ciudad parezca activa y dinámica, con gente inmersa en muchos proyectos diferentes. La peatonal calle Cuba, repleta de cafés, bares y tiendas, es una muestra diaria de músicos callejeros y eventos aleatorios, así como la animada Courtenay Place siempre tiene un bar abierto y ambiente de sobra para tomar unas cervezas o trasnochar más en las discotecas (hasta las 3:00, eso sí).

Ahí os dejo unos cuantos de los sitios que hemos visitado en la ciudad y alrededores:

Qué visitar

Waterfront

No es ni más ni menos que el paseo marítimo, por decirlo de algún modo, que da a la bahía. En días soleados (y si pudiera ser, con poco aire) es uno de los mejores sitios para pasear por Wellington. Hay algunos bares/cafeterías, puestos de comida ocasionales, esculturas callejeras, gente haciendo deporte… También se organizan eventos como clases abiertas de baile los jueves por la tarde o el famoso (y barato) mercado de los domingos, o te puedes encontrar exposiciones itinerantes vanguardistas (la que nosotros vimos era un sinsentido).

 

Te Papa

El Te Papa Tongarewa es el Museo de la ciudad por excelencia (y si me apuras, del país). Es gratuito, y tiene varias plantas con contenido de Historia, Cultura, Historia Natural… todo ello presentado en una mezcla de exposición y secciones interactivas que lo hacen bastante ameno (como por ejemplo un simulador de terremotos un poco light).

 

Jardín Botánico

El Jardín Botánico es uno de mis sitios preferidos de Wellington, y es gratis. Se encuentra en lo alto de una colina, y para llegar hasta allí hay un funicular (el Cable Car) que te lleva por 7$ (4,3€) ida y vuelta, pero se puede ir paseando perfectamente -media hora a ritmo tranquilo- y así de paso se puede atravesar en la ruta el Wellington Memorial Park.

El Botanic es un despliegue de plantas y colores, abarcando desde la base de una pequeña colina en ascensión hasta donde te deja el Cable Car, en lo alto. En la parte superior también se encuentra el Observatorio Carter: entrada a la exposición y sesión de planetario: 18$ (11€)

 

Lyall Bay

La playa de Lyall Bay está orientada al sur, junto al aeropuerto, y es una de las preferidas (pocas) para practicar surf en la ciudad. La playa en si no está mal, viendo que tampoco hay un excedente de playas en Wellington. El problema es que el agua por estas latitudes está un poco fresca (fría). La única playa realmente cerca del centro de Wellington es Oriental Bay, una pequeña playa de arena artificial. Lyall Bay, sin embargo, se encuentra a unos 40 minutos en bus – por ejemplo por 5$ (3€) el número 3 te lleva – o a más de una hora si quieres ir andando.

 

Monte Victoria

El Monte Victoria flanquea el centro de Wellington. Es una pequeña colina densamente arbolada llena de caminos para pasear/correr/montar en bici y en su parte más alta hay un mirador con unas vistas estupendas de Wellington. También se rodó alguna escena del Señor de los Anillos entre sus arboles.

 

Costa Kapiti

Una buena escapada de domingo -si hace bueno- puede ser a la costa Kapiti (llamada así por tener enfrente la isla Kapiti, una reserva natural). Esta zona está a unos 40 km al norte de Wellington, en la costa Oeste. Hay playas solitarias y lugares tranquilos, como el Queen Elisabeth Park. Lo mejor es alquilar un coche (por tan sólo un día el precio ronda los 60$ (36€), ya que el transporte público es bastante caro y te limita la movilidad una vez estés en la zona de la costa. Nosotros estuvimos en Waikanae, Paraparaumu, Queen Elisabeth Park, Porirua y Titahi Bay.

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Y hasta aquí este resumen de nuestra estancia en Windy Welly durante este mes. Cortito, eh? Bueno, como no creo que nadie haya llegado hasta este punto leyendo, ni me despido, seguiremos informando!

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