Lago Baikal

Un vistazo al Baikal

Día 7 (Calero)

Llegó el viernes y nos levantamos relativamente pronto ya que la noche anterior no habiamos hecho gran cosa; los de la casa de «Ricitos de Oro» tenían hora de regreso (que fuerte me parece) y la verdad, tampoco vimos gran cosa para hacer en Irkustk.

Nuestra intención era ir a Bolshie Koty ese día, un pintoresco pueblecito a orillas del lago Baikal. Sin embargo cuando llegamos a la «Raqueta» (el muelle desde donde salían las barcazas y ferrys hacia el Baikal) tuvimos que comprar los billetes para el día siguiente ya que para ese día no había billetes en horarios compatibles.

Decidimos pues ir a la estación de buses y probar con otro pueblecito del Baikal (de cuyo nombre no me acuerdo) que nos habían recomendado antes que Litsvyanka.
Pero nos llevamos otra patada en los morros porque también nos resultaba imposible ir a dicho pueblecito, así que al final pillamos billetes para Litsvyanka para las 14:30 ya que antes teníamos que solucionar unos asuntillos a través de internet referentes a nuestro tour de Mongolia

Solucionamos nuestros «pequeños problemas» y fuimos a comer a una hamburguesería rollo MacDonalds pero a lo ruso que estaba al lado de la estación.
Eso sí, los malditos rusos tienen la feísima costumbre de ponerte la comida en platitos de aceitunas, se conoce que no tienen platos más grandes y ya entendemos como se conservan tan bien las rusas (que lo hacen) viendo las cantidades de comida que te ponen. Total, que yo me tuve que zampar 3 hamburguesas para quedar medianamente satisfecho.

Ya en el bus, creo que nos quedamos todos sobaos(maldita señora gorda del mal que nos tocó al lado al Regue y a mi!) y cuando llegamos a Litsvyanka comprendimos de lleno por qué lo queríamos evitar… eran 4 casas y un trocito de playa de piedras y autobuses y coches de turistas haciéndose un hueco en esta ridícula playa. Eso sumado a 20 puestos de artesanía y demás hippieces le daba al pueblo un aspecto turístico-decadente que lo convierte en el típico pueblo que nadie sabe por qué visita, pero acaba visitando.
Bueno, al menos la decepción no fue muy grande ya que nadie esperaba gran cosa. A cambio se bañaron casi todos en el Baikal, yo me contenté con meter una mano y un pie (+6 años de vida).

De vuelta a Irkustk otra vez en el bus mi hermano tuvo un pequeño incidente cuando el autobus pegó un frenazo mientras dormía y su asiento (con él encima) salió disparado hacia delante para aterrizar de un culazo en el pasillo. Nos reímos todos bien a gusto, no hay mal que por bien no venga.

Ya a la vuelta decidimos cenar en el bar de al lado de la pizzas del día anterior, y la verdad es que fue un acierto porque estaba todo riquísimo y el precio era asequible. Ahí fue cuando conocimos a Daikos, Lualua (ambos foreros) y Martín, otra expedición Transiberiana y China con los que coincidiríamos los días siguientes en el viaje.

Después de cenar decidimos intentar quemar Irkustk con ningún éxito, había un ambiente bastante pobre y no nos convencía nada, así que nos volvimos a la casita de madera a pasar nuestra última noche en Irkuskt. Demasiados días en Irkustk para nuestro gusto, sobre todo porque aun así no nos daba tiempo a ver gran cosa del Baikal, pero estábamos obligados ya que no encontramos billetes de tren para antes.

Y ahora unas pequeñas anotaciones:
IRKUSTK:
La capital de la Siberia del Este la verdad es que nos dejó bastante que desear, es una ciudad bastante grande (más de medio millón de personas) y combina en sus calles grandes caseríos de aspecto viejo pero imponente con calles y manzanas en un estado de considerable deterioro. Paseando por sus calles principales puedes ver edificios que te llaman la atención con muchas zonas que le dan un aire bastante decrépito al conjunto de la ciudad. A nuestro parecer escasean bastante los bares y restaurantes y en la calle en las que mas se aglutinan resultan ser muy caros para el nivel de vida, ya que es la calle principal de la ciudad. El Inglés no lo maneja apenás nadie y si tuviera que decir algo bueno de ella, aparte de numerosas mansiones preciosas, es que apenas hay turistas.

Lago BAIKAL:
Estar en el Lago Baikal no es solo lo que la vista te sugiere, es también lo que ello supone; es estar en un lago de records. Es el lago con el agua más cristalina del mundo, también el más antiguo y el más profundo. Es la fisura continental más honda del planeta y en él está contenido el 20% de la reserva de agua potable del mundo.
Más allá de todos estos datos y de ser un foco para ecologistas y animistas, no deja de ser un mero lago, por supuesto. Sí es cierto que el agua tiene una transparencia impresionante, pero también lo es que ciertas industrias papeleras importantes en la zona están contaminando el lago. El rumor dice que, si metes una mano en el Baikal, vives un año más, si metes un pie, 5 años más y en caso de bañarte (como hicieron todos menos 2) ganas 25 años más de vida. El agua estaba fría, pero creo que el rumor se tiene que deber mas a bañarse en otra época del año más fría ya que tampoco parecía ser para tanto (en invierno no porque el lago en su totalidad está congelado convirtiéndose en la pista de hielo más grande del mundo).
También hay un viejo dicho entre los pescadores que dice que si se te cae el reloj al fondo del lago (y es profundo) el agua es tan cristalina que en un día propicio serías capaz de ver la hora (fantasmada, por supuesto).

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