Vang Vieng y Vientiane, del tubing a la capital de Laos
Después de unas 7 horas de autobús desde Luang Prabang aterrizamos en Vang Vieng junto con Julian y Nadine. Hasta hace algún año Vang Vieng era la población con más fiesta de todo el país gracias al tubing; cientos de chavales se emborrachaban en el río subidos en sus flotadores, parando de bar en bar y saltando por tirolinas y trampolines gigantes al río. Pero después de unas 20 muertes por año (mezclando alcohol, acrobacias y rocas afiladas bajo el agua) las autoridades decidieron cortar por lo sano y cerraron casi todos los bares y atracciones del recorrido.
Aún así, Vang Vieng es un sitio turístico repleto de gente que sigue viniendo a hacer tubing, y todavía siguen quedando 3 o 4 bares en el recorrido, uno de ellos regentado por el jefe de policía, según dicen. Pero además del tubing, hay varias rutas en bici o moto entre los bonitos paisajes por los alrededores de Vang Vieng que hacen que merezca la pena la visita,.
Uno de los días en Vang Vieng lo dedicamos a alquilar una bici y hacer una pequeña ruta por estos caminos de los alrededores. Paramos sobre todo en la Blue Lagoon, una piscina natural fresca y bastante limpia, perfecta para refrescarse y tirarse (¡cómo no!) desde cuerdas oscilantes o trampolines naturales en lo alto de un árbol. Culo veo, culo quiero, así que tuve que probarlo, claro.
Al día siguiente nos despedimos con mucha pena de Julian y Nadine, ellos siguieron su ruta mientras nosotros nos quedamos a hacer el famoso tubing. Al principio éramos un poco reacios, es el tipo de turismo que alteró la tranquilidad de los laosianos viendo pasar por su pueblo a borrachos en bañador y bikini, culturalmente para ellos un abismo de diferencia. Pero finalmente pensamos que ya que era lo típico de aquí teníamos que probarlo sí o sí (es de hecho el principal motor económico de Vang Vieng).
Y nos dimos cuenta de cuán hipócritas podemos ser a veces, ¡porque nos lo pasamos como enanos! Estuvimos algo más de 3 horas bajando por el río montados en un neumático y parando en 3 de los 4 bares (todos ellos al principio). He de decir que si en los 3 o 4 bares que quedan en el recorrido del Tubing hubiéramos encontrado cientos de personas y una fiesta descontrolada seguramente no nos hubiera gustado, pero 20 o 30 personas por bar, chupitos gratis, cervezas, gente maja que conocer y refrescarse río abajo sin hacer nada… ¡Combinación perfecta para un día de calor! Eso sí, la resaca de la mañana siguiente también fue una combinación perfecta con las 4 horas de minibús,¡Qué horror! La culpa es de los chupitos de lao lao, el whisky de arroz gratis con el que te atosigan todo el día, y quizás también de haber seguido bebiendo por la noche en los bares de Vang Vieng.
Eso sí, las cámaras y los neumáticos sobre el río nunca han hecho buenas migas, así que las fotos del tubing os las tendréis que imaginar…
Después de Vang Vieng, sus alrededores y su tubing, llegamos a Vientiane, la capital de Laos. Paramos sólo un par de días ya que en realidad tampoco tiene gran cosa que ver.
Vientiane es un reflejo del país: tranquila, sin prisas, sin aglomeraciones… Son algo más de 250.000 personas las que viven aquí, pero puedes pasear por el centro perfectamente y recorrerlo en una mañana, no tiene excesivo interés. Ubicada a orillas del Mekong y junto a la frontera con Tailandia, en Vientiane montan por las noches un enorme mercado a lo largo del paseo paralelo al río en el que puedes encontrar ropa, electrónica y otros menesteres.
Aparte del centro de Vientiane, hay otros sitios de interés a las afueras, como el Monumento Nacional o el Buddha Park, pero están a varios kilómetros y finalmente nosotros no fuimos, así que no puedo aportar muchos más datos, con lo que pongo un enlace a wikipedia y ya lo buscáis vosotros si os place.
Nos sorprendió de Vientiane la cantidad de extranjeros que vimos por la calle. No sabemos si viviendo allí o sólo de paso, pero posiblemente sea el sitio en el que más guiris hemos visto en proporción con los locales (incluyéndonos a nosotros, por supuesto). También es cierto que si te mueves un poco de las 4 calles céntricas la cosa cambia, pero aún así hay muchos hoteles y restaurantes de corte europeo.
Y como le hemos cogido el gusto a las motos -sobre todo yo-, el siguiente capítulo tratará de un bonito loop en moto de 3 días por zonas (más) rurales, desde Thakhek a la cueva de Kong Lor. ¡Nos vemos! (en sentido figurado, claro)
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Datos Prácticos
Alojamiento
- Vang Vieng
Estuvimos dando vueltas y preguntando en varios sitios y finalmente lo más barato que encontramos fue el Maylyn, por 50.000 kip la habitación. Muy limpia, con una cama estupenda y cómoda, baño con agua caliente y un wifi estilo laosiano: regular tirando a malo. No sabemos si este Maylyn es una copia, pero hay otro igual al otro lado del puente, son unos bungalows con vistas al río. El nuestro estaba en el pueblo, en un callejón que sale de la calle paralela al río, la que tiene la mayoría de restaurantes.
- Vientiane
El alojamiento en la capital es más caro que en el resto de Laos. Tras preguntar en unos cuantos sitios nos acabamos quedando en el que nos recomendaron Julian y Nadine, el Youth Inn. La habitación doble cuesta 80.000 kip. Es normal, sin pretensiones por ese precio, aunque la cama era muy cómoda. Tiene baño con agua caliente y wifi que sólo funciona en la sala de espera donde está la recepción. Ahora estaban reformándolo, añadiéndole lo que suponemos será una cafetería.
Transporte
- Bus Luang Prabang – Vang Vieng
Explicado en el capítulo de Luang Prabang (no es bueno repetirse).
- Minibus Vang Vieng – Vientiane
Hay varias opciones, al parecer. Puedes optar por un minibús (hay varios tipos) o un minivan. Los precios son parecidos, aunque cambian bastante según dónde preguntes en Vang Vieng, mejor recorrer varias agencias. Además, hay dos posibilidades al llegar a Vientiane: te puede dejar en la estación de autobuses (mala opción, está lejos) o te puede dejar en el centro de la ciudad (en esas 4 calles se concentran la mayoría de alojamientos), mejor preguntar. Fuimos en minibús y el billete nos costó 35.000 kip por persona, tarda 4 horas. Nos recogió en la propia agencia en Vang Vieng (no hay que ir en tuk tuk a ninguna estación) y nos dejó en el centro de Vientiane.
- Bus Vientiane – Thakhek
Comprado en una agencia en el centro de Vientiane, el billete nos costó 110.000 kip por persona, incluyendo el traslado en tuk tuk hasta la estación de buses de Vientiane, a varios kilómetros. Tarda unas 6 horas y te deja en la estación de buses de Thakhek, donde tienes que coger un tuk tuk o caminar 3 o 4 kilómetros. Éramos 6 y conseguimos negociar el precio en 15.000 kip cada uno (aunque al principio nos pedían 20.000).
Tubing en Vang Vieng
Actualmente sólo hay un par o tres de empresas que gestionan lo del tubing, y tienen los mismos precios.
Tienes que pagar 55.000 kip por persona y dejar un depósito de 60.000 kip por el flotador. Si algo le pasa pierdes ese dinero. Si vuelves más tarde de las 18:00 te hacen pagar (una cantidad variable, sobre los 20.000).
Te llevan en tuk tuk hasta varios kilómetros río arriba (si hay más de 3 personas el tuk tuk está incluido en el precio) y desde allí te sueltan para que vayas flotando río abajo. El recorrido son unas 2 horas sin paradas, quizás algo menos (depende del nivel del río).
Hay 3 o 4 bares en el recorrido, todos al principio. Nosotros empezamos a las 14:00 y algo y paramos en 3 bares. Entre los chupitos gratis, la cerve que te tomas y el hablar con la gente se te va la hora, así que devolvimos el flotador a las 18:00 en punto, después de remar como locos durante 15 minutos para acelerar. Si piensas parar a tomarte algo en los bares del camino (es la gracia) creo que lo mejor es empezar antes, como a las 12:00, para ir sobrado de tiempo y no arriesgarte a perder parte del depósito, como le pasa a mucha gente.
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