Amanecer en Angkor Wat

Angkor, el centro del Imperio Jemer

Angkor, el centro del Imperio Jemer

Después de nuestras últimas dos semanas trabajando en Koh Rong ponemos rumbo a nuestro último destino en Camboya: Angkor. Éste es sin duda el lugar más conocido y visitado del país, así que podemos decir que nos hemos dejado lo mejor para el final.

La llegada a Siem Reap, el pueblo junto al que están las ruinas de Angkor, ya te dice que éste es un sitio muy visitado. Por las calles del centro ves más extranjeros que locales, y todo está 100% enfocado al turismo. Hay muchísimas tiendas de souvenirs, sobre todo en los mercados principales y alrededores, y puedes encontrar alojamientos y restaurantes occidentales por doquier.

La visita a las ruinas de Angkor se puede planificar desde uno a varios dias. De hecho la entrada cuesta 20 US$ para un día o 40 US$ para tres días. Nosotros le dedicaríamos dos como mucho (por cuestión de tiempo) así que decidimos comprar la entrada de un día y en caso de querer volver al día siguiente compraríamos otra de un día, el precio al final sería el mismo.

Todo el complejo de Angkor se encuentra a unos 6 o 7 kilómetros al norte de Siem Reap. El recinto es enorme, en total unos 4o0 kilómetros cuadrados, y hay varias opciones para visitarlo. Como está prohibido alquilar motos a extranjeros en la ciudad y nos habían dicho que la opción de verlo en bici se hacía muy pesada, decidimos ir en tuktuk, así que negociamos por 7 US$ por persona para todo el día.

Comenzamos a las 5:00 am, para ver amanecer en Angkor Wat, el templo principal de todo el complejo arquitectónico de Angkor. Si en algún momento pensamos que sería algo mágico y solitario eso se nos quitó de la cabeza en cuanto saltamos a la carretera. Cientos de tuk tuk cargados de turistas iban hacia Angkor con el frío de la noche (porque hacía frío, lo prometo).

Al llegar a Angkor Wat hordas de humanos se agolpaban junto al lago para ver la salida del sol, así que allí esperamos, todos juntitos, a que el astro rey nos saludara. Pese a que se pierde toda la mística hay que decir que es un bonito amanecer, con la luz perfilándose contra las siluetas de las torres de Angkor Wat.

Angkor Wat es el principal reclamo de todo el complejo de Angkor, sus templos más famosos y los mejores conservados de todos los que el Imperio Jemer edifico aquí. Aún se pueden apreciar los increíbles bajorrelieves en los frisos exteriores y las esculturas con un detalle excelente. Dicen que cuando todo el reino de Angkor cayó en el olvido y la jungla se apoderó de sus ruinas, Angkor Wat fue el único que permaneció siempre habitado por un grupo de monjes budistas que vivían aquí y lo mantenían conservado, pese a que fue un completo desconocido para occidente hasta el siglo XIX.

 

 

Pero todo el complejo arquitectónico de Angkor es mucho más que Angkor Wat. Kilómetros y kilómetros de ruinas, imposible de visitar todo ello andando. Seguimos nuestra ruta en tuk tuk hasta Angkor Thom, lo que fue la ciudad real intramuros construida en el siglo XII. Dentro se encuentrá el Bayón, un enorme templo budista en sus orígenes en el que hay 54 torres que presentan unas 200 caras entre todos sus lados. Aquí ya empezamos a notar el agobio de la gente, sobre todo cientos y cientos de chinos que salían de cualquier rendija cámara en mano sin dejar ni un sólo hueco sin rellenar.

En todo el recinto de Angkor Thom hay un buen paseo entre ruinas, subidas a algún templo como el Baphuon o disfrutar de los elefantes esculpidos en la Terraza de los Elefantes, usado como lugar de ceremonias y desfiles tras las victorias. También hay muchos puestos de venta de ropa y refrescos, o sea que nunca estarás sólo visitando esta zona.

 

 

Acabamos la visita recorriendo otros templos, a los que también hay que llegar en tuk tuk, como el Thommariom y el Chau Say Thevoda, uno frente a otro, con mucha menos gente pero mucho más pequeños, o también el famoso Ta Prohm. Éste último estaba a rebosar de turistas hasta el punto de llegar a ser agobiante en conjunción con el calor que hacía. Es famoso por sus enormes árboles engullendo las ruinas poco a poco, y es que la selva se fue apoderando de los restos del antiguo Imperio Jemer después de que fuera abandonado. Hay rincones e imágenes impresionantes aquí dentro, pero también demasiada gente.

 

 

Tras más de 8 horas visitando todo el complejo de Angkor decidimos que con un día sería suficiente, más que nada por ahorrar algo en gastos (tuk tuk y otro día de entrada), además de que al ser temporada alta estábamos saturados con tanta gente por todas partes. La impresión que nos llevamos de Angkor Wat es que es un sitio increíble, mucho más grande de lo que pensábamos, pero demasiado lleno de gente. Aún así la visita nos ha gustado mucho, y sin duda es uno de esos lugares que no te puedes perder.

Con esto ponemos punto y final a Camboya, para nosotros uno de los países más flojos de los vistos en este viaje, motivo por el cual paramos dos semanas a trabajar y no hacer gasto.

Ahora vamos a Bangkok, ¡donde Regue y Raquel vienen a visitarnos casi dos semanas en sus vacaciones! Tendremos que preparar la cartera y andarnos con ojo, ¡Tailandia en temporada altísima puede ser un despilfarro!

 

¡Nos vemos en el próximo capítulo!

 

 

 

Datos Prácticos

Alojamiento

  • Siem Reap: Hay muchísima oferta de alojamiento en Siem Reap, aunque es más caro que la media de Camboya, al menos en temporada alta. Lo más barato que encontramos fue el IWin Hostel, a 5 minutos del centro (enfrente del Hostel International). La habitación doble nos costó 8 US$, con ventilador y lo que es más importante, ¡agua caliente! Hacía más de un mes que no encontrábamos agua caliente. Y de hecho por ese precio la habitación era sin agua caliente pero la chica de la recepción se enrolló y nos dio una mejor. El sitio no estaba mal, aunque la limpieza tampoco era su fuerte y las habitaciones tenían mucha humedad (no suele haber ventanas).

Transporte

  • Sihanoukville – Siem Reap

Explicado en el post anterior.

  • Siem Reap – Bangkok

Hay varias opciones de diferentes precios. Nosotros teníamos prisa porque habíamos quedado en Bangkok así que optamos por la opción más cara y fiable después de leer en internet que las más baratas se retrasaban muchas horas. Así que pagamos la friolera de 28 US$ por un bus directo. Salió a las 8:00 y llegó a las 17:00 y algo a Bangkok. Es demasiado caro -y el bus no era especialmente bueno- pero en nuestro caso teníamos prisa. Por la mitad de precio tienes billetes que, según leímos y dependiendo de la suerte, pueden llegar hasta a las 23:00 o 00:00 a Bangkok.

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