Budapest, la perla del Danubio
Comenzamos este viaje en Budapest, la Perla del Danubio. En mi caso era la segunda vez que la visitaba así que se presuponía que tenía que hacer un poco de Cicerone, aunque a la hora de la verdad no recordaba demasiado las indicaciones con la excepción de los 3 sitios básicos.
Si llegas al aeropuerto por la noche, como fue nuestro caso, no hay demasiadas alternativas para desplazarte hasta la ciudad. Una combinación de varios buses nocturnos te llevará hasta el centro, pero el viaje estimado es de más de una hora. Como además nosotros éramos tres, no nos supuso mucho sacrificio pagar los 21 euros que cuesta el taxi hasta el centro, en precio cerrado.
Nos alojamos en dos hostels distintos, ya que entre medias de la visita fuimos a Bratislava y al regresar de nuevo nos cambiamos a otro diferente.
Básicamente, en los 3 días que estuvimos en Budapest nos dio tiempo a:
– Ver la parte de la ciudad de Buda, con su Palacio Real, iglesia de San Matías y Bastión de los Pescadores.
– Caminar por el barrio judío.
– Salir una noche y agarrarnos una trompa desproporcionada, acabando en la isla Margarita, para después sustituir el dormir por “disfrutar” de los baños Szechenyi durante todo el día.
– Subir “un poco” la colina Gellert.
– Pasear por Pest y hacer el trayecto Keleti – centro ciudad un buen número de veces.
– Visitar algún que otro bar digno de mención, y empaparnos bajo la lluvia alguna que otra noche.
– Cruzar casi todos los puentes sobre el Danubio en más de una ocasión.
– Volver a empaparnos bajo la lluvia visitando la zona del Parlamento, para luego secarnos (por fuera) en un bar irlandés.
– Comer como si se fuera a acabar el mundo en un barato restaurante local por 4 duros.
Como veis, todo muy cultural…
A continuación describo un poco los sitios más destacados en los que estuvimos:
BUDA – Bastión de los Pescadores (Halászbástya)
Un imprescindible de la ciudad. Para mí es uno de los sitios con más carisma de Budapest, se trata de un mirador con terrazas y pequeñas torres, todo ello construido en piedra blanca que parece sacado de algún relato fantástico como el Señor de los Anillos. Aparte de ser bonito y fotogénico, desde aquí tienes una excelente panorámica del Danubio y la ciudad. Sentarse un rato en los balcones y relajarse con las vistas bien vale los alrededor de 2 euros que cuesta la entrada al nivel superior. Pasear por el resto del monumento es gratis.
Está en la zona de Buda, en el Distrito del Castillo (Várnegyed) y para llegar hay buses y también una parada de metro (Batthyány tér) en la parte de abajo, junto al río. Nosotros llegamos andando al Bastión de los Pescadores desde Pest y para la vuelta bajamos hasta esta parada de metro, acabamos un poco reventados pero de eso se trata cuando quieres ver una ciudad, no?
BUDA – Palacio Real
El Palacio Real o Castillo de Buda era donde, históricamente, residían los reyes húngaros; actualmente es de interés turístico. Nosotros lo vimos desde fuera, debo decir que en las dos veces que he ido a Budapest no he entrado más que a las afueras del patio. Para visitar el museo, biblioteca y galería que hay en su interior hay que pagar las distintas entradas por separado aunque se puede acceder a una parte de los jardines y paseos gratis. Se puede subir en funicular desde la ribera del Danubio, o en autobús directamente. Bueno, y también caminando, por supuesto, como fue en nuestro caso.
BUDA – Iglesia de San Matías
Iglesia neogótica construida entre los siglos XIII y XV. Está junto al Bastión de los Pescadores, muy cerquita también del Castillo de Buda. También hay que pagar, unos 3,50 € la entrada normal, aunque hay descuentos para estudiantes y demás. Cuando fuimos nosotros estaba bastante andamiada y, aunque es bonita (sobre todo por fuera), tampoco es nada espectacular.
PEST – Baños de Szechenyi
(esta foto está sacada de la página oficial de los baños, por cuestiones técnicas y de salud no pudimos hacer ninguna foto…)
Imprescindible también ir a unos baños en Budapest. En mi anterior visita estuve en unos más pequeños, pero a su vez más famosos: los baños Gellert (en la base de la colina con el mismo nombre). Esta vez hemos ido a los más grandes, los baños Széchenyi, que se encuentran en el gran parque Varosliget, en la parte de Pest. Si me hacen elegir me quedaría con estos últimos sin duda: enormes, no tan bonitos como los otros pero en absoluto feos y con multitud de piscinas tanto de interior como de exterior. El matiz es que llegamos sin dormir tras una noche de fiesta y nos tiramos todo el día pasando la resaca de piscina en piscina y de sauna en sauna, fue un día increíblemente divertido! (aunque creo que rozamos la muerte por lipotimia en varias ocasiones).
PEST – Sinagoga
La Sinagoga de Budapest es la segunda del mundo en tamaño, sólo superada por la de Jerusalén. Es del siglo XIX y está en el comienzo del barrio Judío, muy cerca de la calle Rákóczy (la que llega hasta Keleti Pu, la estación de trenes). Intentamos entrar (eran unos 8-10 €) pero llegamos en malos horarios y no pudimos, así que por eso sólo puedo contar los datos básicos…
PEST – Barrio Judío
Es el barrio que queda detrás desde la Gran Sinagoga hacia el norte. Merece la pena pasear por sus calles y ver el ambiente, con todas las tienditas y bares (y venga falafel y humus!). Cerca del Barrio Judío hay una zona con varios bares que se anima un poco por la noche.
PEST – El Danubio
El río Danubio separa Budapest en las dos antiguas ciudades, Buda y Pest. Es cruzado por bastantes puentes que separan las dos orillas, el más famoso de ellos es el Puente de las Cadenas. Nosotros cruzamos el río por diversos puentes (y varias veces), son grandes pero asumibles dentro de un paseo por la ciudad, y siempre hay buenas vistas y buenas fotos.
PEST- La Ópera
Edificio renacentista del siglo XIX, terriblemente andamiado cuando fuimos nosotros… sumado a que pasamos por allí bastante tarde hizo que ni pudiéramos entrar ni lo pudiéramos apreciar bien desde fuera. Más suerte la próxima vez.
PEST – El Parlamento
Es el edificio más emblemático de Budapest, el de las postales y las fotos. Es una pasada, las vistas buenas del Parlamento son desde Buda, o en todo caso desde alguno de sus puentes. Personalmente creo que impresiona más desde lejos que desde cerca. Es enorme (el tercero más grande del mundo) y le dimos una vuelta por fuera pero sin llegar a entrar, aunque creo que hay visitas organizadas a su interior.
ALOJAMIENTOS
Pest City Hostel: Unos 40 euros la habitación triple con baño. No estaba mal, muy tipo residencia, grande, limpio pero bastante impersonal. La zona bastante bien, junto a Raday Street, una calle llena de bares, cafés y restaurantes y bastante céntrica. Como entre medias de la visita a Budapest nos movimos a Bratislava, a la vuelta tuvimos que cambiar de hostel porque nos querían cobrar más caro.
Hostel Activity: 15 euros la doble, 10 euros cama en habitación de 6 personas (no literas). En este estuvimos la última noche. Mucho más pequeño y familiar que el Pest City Hostel. Bastante tranquilo, no estaba mal aunque no era ninguna maravilla. Estaba en la planta de arriba de un edificio de viviendas, en la calle Andrassy
MEJOR COMIDA
Sin duda el sitio que más disfrutamos fue el Frici Papa . Un sitio de comida casera, sin turistas, con la comida bastante barata (saldríamos a menos de 10 euros por persona) y muy abundante y rico todo! Un gran sitio!
MEJOR BAR
El sitio que más nos gustó para tomar algo es el Szimpla, en Kazinczy utca 14 (muy cerquita del barrio judío). Se trata de un edificio medio en ruinas, reformado a base de decorarlo por completo con material reciclado. Tiene parte de interior y parte descubierta, además de una planta superior a la que se puede acceder desde varios sitios. Además de ser un pub también venden fast food, cervezas caseras, tienen una tienda, una sala con pipas de agua, mucho ambiente… Merece la pena ir sólo por verlo, original cuando menos!
RESUMEN
En resumen, Budapest es una ciudad de esas que hay que visitar en la vieja Europa. Tiene lugares interesantes, encanto y no es demasiado cara. Yo creo que en 3 días puedes visitar lo más importante de la ciudad e irte con la sensación de haberla conocido. Lo más imprescindible para mi gusto es una visita a uno de sus baños termales (preferiblemente los de Szechenyi) y conocer la parte del Distrito del Castillo. Si encontráis algún sitio local de comida pagaréis muy poco y os saciaréis con comida de calidad, aunque lo más fácil a simple vista es ver los restaurantes turísticos. El transporte en metro es sencillo y eficaz, y para salir a destinos cercanos se puede llegar a la estación de Keleti Pu con mucha facilidad.
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